sábado, 14 de junio de 2014

Chez Lyon, soñadores que mejoran el mundo


No soy crítica gastronómica, si habéis leído mis entradas ya sabréis que hay restaurantes que, para bien o para mal, llaman mi atención y me gusta compartir aquí mis impresiones al respecto.
Hoy os hablaré de un restaurante francés en el que comí la última vez que visité Valencia, Chez Lyon.
La experiencia se aleja bastante de lo habitual ya que, en primer lugar, estaba invitada por el dueño, alguien a quien aún no tenia el placer de conocer pero cuya personalidad está impregnada en cada uno de los rincones de su restaurante.
A la entrada, en lugar del menú del día, Paco nos propone "el poema del día". Precisamente de ahí venía la invitación, me abría las puertas de Chez Lyon para que pudiese dar entre sus mesas uno de los recitales de poesía más emotivos que recuerdo.
Eso sería el domingo, pero el sábado, este hombre generoso, un loco enamorado de la poesía y la belleza, nos invitaba a comer.

El cóctel de bienvenida sirve para entrar en ambiente, un ambiente delicadamente francés, con ese toque decadente de los pequeños restaurantes parisinos.

Foie, un gratinado de frutos de mar, pato y tartar fue el menú que elegimos. Todos los platos estaban muy bien preparados y sabrosos, comimos a gusto y muy bien atendidos.
Acompañamos la deliciosa experiencia con un  Beso de Rechenna crianza de uva bobal, aterciopelado y gustoso.


 

De cualquier modo, y aunque la comida en Chez Lyon sería suficiente motivo para visitar el restaurante, creo que la labor y el carácter de su dueño son un añadido que convierte la visita en imprescindible.






Paco es un soñador, pero un soñador que se empeña en construir sus sueños. Su amor a la poesía le lleva a abrir su local los domingos por la tarde no para dar comida sino para dar versos a sus comensales,
versos acompañados de vino o champán, de pétalos de flores sobre las mesas, de afecto y de generosidad. Y todo esto a cambio de qué? Pues a cambio de nada, sólo por gusto, sólo por compartir, sólo porque sí.
Impresiona en los tiempos que corren, y que no son nada buenos tampoco para los propietarios de restaurantes, que haya gente que, como Paco, venzan el frío y se atrevan con esta calidez poético culinaria.


 En el restaurante, entre otras cosa, también tiene una amplia colección de botellas en las que artistas y poetas dejan su impronta. La mayoría están a la venta y los beneficios van a la lucha contra el cáncer.

No os parece increíble?

A mí sí.

Yo pensaba: por qué este hombre en vez de quedarse en su casa el domingo, que no tiene que ir a trabajar, abre las puertas Chez Lyon para llenarlo de poesía?


Pues porque tiene que seguir existiendo la maravilla, porque tiene que haber gente como él para que podamos reconciliarnos con el género humano, porque comer es mucho más que saciar el apetito y Paco lo sabe y le gusta regalar esos momentos de felicidad en el plato y más allá de él.

Me alegró conocerle, me alegró que exista y por eso tenéis que ir a verlo cuando paséis por Valencia, porque la gente así se merece una respuesta cariñosa, porque son los soñadores quienes mejoran este mundo.

Chez Lyon
  • Calle de En Llop 4
  • 46002 Valencia
Teléfono 963 51 56 34